sábado, 6 de agosto de 2011

Standard & Poor´s da un toque de atención a EEUU


Standard and Poor´s da un toque de atención a EEUU
rebajando la calificación de la solvencia de su deuda a AA+
Las agencias de calificación un oligopolio sometido a examen

Al margen de los errores de los políticos americanos y de que el Tesoro estadounidense insista en que la agencia se equivoca en sus cálculos; la histórica noticia ha saltado a los mercados que dejarán ver su reacción en los próximos días, invertir en EEUU, para Standard and Poor´s, ya no es tan seguro como antes.
¿Qué ha cambiado para pasar de AAA a AA+?, la respuesta de los analistas que barajan  un poco de historia económica es “nada”.
Es evidente que el aumento del techo de deuda de EEUU no es una buena noticia y más cuando está motivada principalmente en el aumento de gastos corrientes, pero no es nada nuevo, ya van 79 veces, con esta última, desde el año 1960. Es obvio también que la situación internacional de crisis aconseja el ajuste de gastos, presupuestos y déficits generales y que la administración Obama no está logrando sus objetivos, como está ocurriendo en todos los países desarrollados en mayor o menor medida. Pero también es evidente que si hay un país que haya comenzado a tomar medidas, en el que se han dado las primeras cifras positivas y los primeros famosos “brotes verdes”, ese es el americano y esta rebaja de la solvencia no va a contribuir a la aplicación de los ajustes.
Desde el mundo económico, sobre todo los últimos años, se ha apuntado al papel de las agencias de calificación o de rating en la economía de mercado, cuando se las caracteriza como un oligopolio al servicio de intereses espurios.
Oligopolio, ya que hablamos de que las tres principales controlan más del 90% del mercado: Standard & Poor's,  Moody's Investors Service y Fitch Ratings, todas con origen o centro de operaciones en EEUU, circunstancia que a juicio de dirigentes europeos y chinos condiciona su objetividad de cara a otras economías y monedas, de ahí que el año 2009 se ha creado la Dagong Global Credit Rating china y se halle en estudio la creación de una agencia europea.
                En cuanto a los intereses de estas agencias deben analizarse a la vista de dos elementos claves, sus fines esto es, calificar la solvencia de un emisor de deuda y su posible evolución y su financiación, en ocasiones a cargo de los propios analizados. A la luz de estos dos elementos surgen dudas acerca de su imparcialidad y objetividad absoluta, y ello cuando además se las ha criticado por no publicitar los actuales métodos de análisis, modelos econométricos tachados hace años de desactualizados y erróneos.
Quizás no exista otro formato mejor para su funcionamiento, desde luego necesario para la eficiencia de los mercados de deuda, pero algo ha de cambiar para que no se repitan errores de bulto como haber obviado la crisis bancaria de las subprime, haber mantenido la calificación de Enron, hasta días antes de su macroquiebra, no estar al tanto del desastre de Lehman Brothers y del resto de bancos de inversión; la lista sería tristemente muy larga.
El papel otorgado a las agencias de rating motiva que sus informes, erróneos o no, repercutan de forma fundamental en los mercados, por lo que sus análisis deberían proceder de métodos consensuados a nivel internacional – el FMI que tanto ha criticado a las agencias, podría ser un buen interlocutor para ese consenso – y su financiación en ningún modo debería condicionar sus actuaciones. Quizás EEUU que con motivo de esta rebaja de su rating, ha detectado incluso errores aritméticos en el informe de Standard & Poors, se plantee una modificación de la normativa reguladora de estas entidades, veremos.

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